Este artículo describe la evolución de las industrias tecnológicas desde un modelo capitalista, donde se lucra vendiendo un producto, a un modelo feudal (sí, feudal) en que se lucra arrendando dicho bien. El tipo muestra hartos ejemplos de esa dinámica, pero se enfoca más en la industria automotriz porque ya es el colmo que tengas que pagar una suscripción para desbloquear las velocidades más altas de un auto, o que el auto deje de funcionar si te atrasas con las cuotas.
El autor tiene una mirada súper pesimista y crítica, pero está difícil no ser tan negativo con todas las weas que están haciendo los billonarios de hoy.
Es el término más adecuado que puedo pensar. Vives en el espacio o dominio de un Señor (dueño cerdo capitalista de empresa de autos) que está enfocado solamente en su control y bienestar (nuevamente: cerdo capitalista), quedas encerrado en sus murallas ya sea físicas o funcionales (infraestructura diseñada para tener que tener autos sí o sí) y sujeto a sus edictos (actualizaciones de firmware). Y cuando hay guerras (competencia entre marcas), te tiran como carne a la parrilla (derechos civiles) y el único que lo pasa marginalmente mejor que tú es el forajido o ermitaño que se fue a vivir en lo campo fuera de los muros (peatón), pero aún así no puede escapar a que su espacio es la arena de lucha (infraestructura vial diseñada para que el peatón sufra o muera).